LA LEISHMANIOSIS
04/04/2017 Enfermedades Diego González Sánchez

¿Qué es?

Es una enfermedad provocada por un parásito microscópico, un protozoo, llamado Leishmania infantum, el cual es depositado en la sangre de nuestras mascotas a través de la picadura de un mosquito llamado flebotomo.

La Leishmaniosis provoca graves daños en la salud de los perros y es considerada una zoonosis,  lo que quiere decir que puede afectar a las personas.

¿Quién o qué la transmite?

Como hemos dicho antes, se transmite por la picadura de flebotomo que haya ingerido sangre de un animal ya infectado. Estos mosquitos de 2 a 3mm empiezan a aparecer en los meses cálidos, de mayo a octubre, o cuando las temperaturas comiencen a superar los 16-18ºC y no haya viento ni lluvia, por lo que en muchas zonas cálidas y secas está prácticamente todo el año.

Sólo las hembras del mosquito se alimentan de sangre (son las transmisoras) y lo suelen hacer desde el atardecer al amanecer.

¿Qué síntomas produce en perros?

Existen animales que muestran varias lesiones de distintos niveles de gravedad y otros que, aunque tengan la enfermedad, no muestran ninguna sintomatología.

Hay muchísimos síntomas y órganos que pueden verse afectados, dando como resultado, por ejemplo: pérdida de peso, lesiones en piel, cojeras por problemas articulares, problemas renales, lesiones oculares, sangrado nasal, inflamación de los ganglios linfáticos, anemia…

En muchas ocasiones estas lesiones producen daños irreversibles que pueden ocasionar la muerte de nuestras mascotas.

¿Tiene tratamiento?

El tratamiento de la leishmaniosis es largo y costoso y, aunque resuelva los síntomas, el perro va a tener que ser monitorizado durante toda su vida, pues el parásito no va a desaparecer nunca del todo.

Vamos a tener animales que respondan muy bien a la medicación, otros en los que se produzcan recaídas, y otros en los que los daños van a ser irreversibles o que no toleren bien el tratamiento.

Por ello, el mejor tratamiento es la prevención.

¿Cómo se previene?

Cuantas más barreras pongamos frente a la enfermedad, menor será la probabilidad de que nuestro perro contraiga la enfermedad. Por ello debemos:

  1. Evitar la exposición al flebótomo: evitando sobre todo los paseos al atardecer y amanecer, intentando que el animal no duerma fuera de casa, colocando mosquiteras…
  2. Evitar la picadura del flebótomo: Utilizando repelentes cuya eficacia haya sido demostrada frente al flebótomo. En el mercado existen collares y pipetas spot-on. Lo ideal es la combinación de varios productos.
  3. Preparando al sistema inmune del perro: esto es, vacunando. Actualmente existen dos vacunas cuya eficacia ha sido probada.

 

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